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The Liquid Night . Bill Henson

65,00 €
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Stanley Barker

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Las imágenes del nuevo libro cinematográfico de Bill Henson, La noche líquida, proceden del trabajo que el aclamado artista rodó en negativo en color de 35 mm en Nueva York en 1989. Presentan un caleidoscópico viaje nocturno por las frenéticas calles iluminadas con neón de una América añorada.

"Fueron rodadas como fotogramas formales de 35 mm y sirvieron como imágenes en busca de una resolución artística de la que Bill Henson quedó prendado y que ahora ha resuelto en términos digitales creando un compendio de arte nuevo que es una recapitulación de un mundo que se ha desvanecido como un sueño casi olvidado que tira de la mente como un conjunto de emblemas animados que ya no existen en la realidad contemporánea.

"Revisitan en la memoria del artista -y como imágenes extrañas en la del espectador- un mundo que es la instanciación del tiempo perdido y que sólo puede ser recapturado por la función restaurada de la memoria.

"Piense en un tiempo hipnótico. Un bar de jazz cerca de Washington Square. El gin-tonic que te traían como un ritual, el sacramento de una antigua religión, y la forma en que te cambiaban de sitio para que Tony Bennett pudiera estar más cerca del piano que le obsesionaba. Y luego volvías al Algonquin y a medianoche (porque entonces cerraban las puertas) te dejaba entrar el botones, cuyo pelo se volvía gris y luego blanco, y Matilda, la gata que perduraba eternamente, desde el otoño de una edad hasta el invierno de la senectud.


"Originalmente se había pensado en una obra de collage, pero ahora en La noche líquida están las páginas con las imágenes que tienen su propia inteligibilidad pasada. A veces están compuestas por un principio de ampliación. Pero sólo en los últimos años Bill Henson se dio cuenta de cómo podían exponerse. Llegó a amar el detalle, la iconoclasia de estas imágenes y la forma en que convergían unas en otras. Al principio, no se le ocurría nada. Pero poco a poco se hizo evidente que tenía que mostrar los negativos por la huella de la vida que una vez fue. Movió las imágenes, a veces en primeros planos extremos, y descubrió, una vez más, que lo que se proponía reproducir era la increíble belleza de la película. Incluía una versión de la conocida epifanía de Francis Bacon: el hallazgo de la forma característica y autodefinitoria del propio artista. Y la forma que adoptó esa aparición familiar fue un extremo salvaje de nostalgia, el tipo de nostalgia que persigue a Tarkovsky y que es intensa e insondablemente seria. El bar de jazz de Bradley ya no existe y sólo queda su silueta fantasmal, inseparable para siempre de la sensación de pérdida.



"Hace ya muchos años que el crítico de arte Peter Schjeldahl (que tan elocuentemente escribió sobre la obra de Bill Henson) comenzó una conferencia anunciando que Eric Fischl podría ser el primer gran pintor del declive de la civilización americana. Y ese pesimismo irónico, casi caprichoso, ese chiste sombrío habla de Bill Henson con la extraordinaria y extraña sensación de pérdida que revelan estas imágenes. ¿Dónde están las nieves de antaño, dónde está todo, dónde está todo? Todo ha desaparecido, y la tecnología también. El propio lenguaje del mundo recogido en The Liquid Nighthas desaparecido. Los anuncios que aparecen aquí son de cintas de casete.      

The Liquid Night . Bill Henson

Páginas - 120
Detalles - Tapa dura gofrada
Tamaño - 295x295mm

3 Artículos
2024-03-18

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