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Hommage Eve Arnold

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El 20 de mayo de 2012, a las 4:03:52, se abrió una grieta en la corteza terrestre bajo un pueblo cerca de Módena llamado Finale Emilia, donde durante más de mil años el territorio de Emilia ha terminado y el resto ha comenzado. Dos enormes bloques de tierra se superponían, deslizándose y chocándose entre sí, tratando de robar el espacio del otro, como gigantes ardientes y claustrofóbicos. Sesenta mil trescientos metros más arriba, en la superficie, el suelo se elevó 15 centímetros. Los cimientos de los edificios comenzaron a oscilar, las grietas se abrieron paso a través de las paredes de yeso. Duró veinte segundos. Entonces las calles se llenaron rápidamente de hombres y mujeres en pijama, asustados de muerte. Todos menos siete, que nunca saldrían. En las semanas siguientes, el terremoto sacudió a Bondeno, Mirabello, Medolla, San Possidonio y Novi. Resonaba en todas partes en las provincias de Módena, Reggio emilia, Ferrara, Mantua, Rovigo, Bolonia. En dos meses, 2.300 réplicas dejaron un saldo de casi 30 muertos y una sociedad en estado de shock. Los coches fueron destrozados por los escombros de los edificios bajo los que estaban aparcados. Fábricas enteras se derrumbaron, y de repente parecían frágiles. Los chacales robaron los uniformes de los equipos de rescate para saquear las casas evacuadas. Los que habían sido evacuados gritaron a los otros chacales: los equipos de televisión. Palacios sin fachadas, cuyo mobiliario se podía ver desde la calle. Castillos y campanarios derribados sin dignidad con dinamita por todas partes, barreras y polvo. A un pueblo que se despierta todas las mañanas en una tierra quebrada sólo le puede quedar una meta: juntarlo todo. Así que semana tras semana, los médicos volvían para curar a sus pacientes, los obreros de las fábricas para fundir sus vigas, los queseros para vender su queso y los constructores para construir casas.

Studio Blanco contribuyó con lo que mejor saben hacer: una historia visual para unir los rostros y los lugares de emilia, como para evitar la posibilidad de que el desmoronamiento de la tierra fuera seguido por el desmoronamiento de la gente que vivía en ella. Para contar esta historia, invitaron al fotógrafo sueco Anders Petersen, un hombre que no tiene nada que ver con estos lugares, pero que ha hecho reportajes crudos y conmovedores sobre la vulnerabilidad durante más de cuarenta años. Durante ocho días, en noviembre de 2012, Studio Blanco llevó a Petersen a carreteras de peaje y museos, orillas de ríos y plazas devastadas, permitiéndole fotografiar dondequiera, a quienquiera, como quiera, con la idea de que sólo un forastero podría encontrar y capturar el espíritu que mantiene unidas estas tierras. Un joven contorsionista, un tronco de árbol nudoso, dos ancianos bailando en un salón de baile. Un año después del terremoto, las fotos de Petersen crean un pequeño poema sobre emilia, que cose esa profunda grieta y devuelve esta tierra, entera, a la humanidad que siempre ha pertenecido aquí.

 

Anders Petersen

Pertenecer

Publicado por

Estudio Blanco

58 páginas

30 x 22,5 cm

Tapa dura

Edición de 1000

2013Hommage ISBN:9783829606011 Eve Arnold (1912-2012), the Grande Dame of photojournalism and the first woman to become a member of Magnum Agency in 1951, will be one hundred years this spring. This tribute publication features photo coverages, travel photographs, and iconic celebrity portraits. Her spirited, technically masterful pictures give vivid proof of her philosophy that âit is the photographer, not the camera, that is the instrument.â Schirmer/Mosel. Edited by Isabel Siben and Andrea Holzherr. With a foreword by Gina Thomas and texts by the photographer. Translated from the English by Saskia Bontjes van Beek. 184 pages, 120 colour and duotone plates. Size: 23 x 29 cm, hardcover. English/German edition.

1 Artículo
2018-01-01

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